El proyecto surge a raíz de un concurso de ideas para ubicar un bar cafetería en uno de los pabellones del entorno de la Plaza de España, actuación de los arquitectos suizos Jacques Herzog y Pierre de Meuron.

El pabellón, objeto de la actuación, presenta una imagen tectónica y volcánica, con parte de su superficie ajardinada, dialogando perfectamente con su entorno inmediato y con la cordillera de Anaga como telón de fondo.

Se propone poner en valor el pabellón existente, actuando de forma mínima, casi quirúrgica, dotando al nuevo espacio de restauración de un mobiliario y elementos de sombra acordes a la calidad arquitectónica del conjunto.

De esta manera, se crea un nuevo espacio de encuentro entre turistas y vecinos de la zona, un nuevo foco de atracción en este singular espacio de Santa Cruz de Tenerife.